En el cumplimiento tributario y su aplicación práctica, a través de la norma UNE 19602:2019, reviste una especial transcendencia la figura del responsable de buenas prácticas tributarias, que puede ser individual o colegiado.
Tratándose de una persona individual (lo que se será lo habitual para la mayoría de organizaciones), su ejercicio no requiere ningún tipo de colegiación obligatoria. Sin embargo, el mercado y las organizaciones están demandando a profesionales cualificados ante la importante labor profesional que desarrollan.
El responsable de buenas prácticas tributarias debe reunir conocimientos especializados en Derecho Tributario, así como en aquellas cuestiones con transcendencia en el ámbito tributario.
En el desempeño de sus tareas, el responsable de buenas prácticas tributarias, como todo buen profesional, deberá prestar sus servicios con la diligente debida, con objetividad e independencia, así como con honestidad.